Hallando el planeta X: El Misterio de La Planificación del Objetivo Educativo

Comparte éste Post!

Por Gustavo A. Pradet M.

La mayoría hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas ésa sensación de estar frente a un experto que tiene todo el interés transmitirnos algún conocimiento o habilidad, y luego de varias horas desgastante de clase magistral, terminamos más confundidos que cuando entramos al aula… lo más triste de esto es que en algún momento de nuestras vidas,  nosotros pudimos haber sido ése experto que no logró su cometido.

https://youtu.be/B44spebBSzQ

Todos los que nos orientamos hacia la labor de enseñanza, nos encontramos con el reto de lograr que nuestro conocimiento sea transmitido de la manera eficiente, y es cuando empezamos a recurrir a cuanto recurso y técnica que facilite el cómo vamos a dar clases, para que así nos sintamos cómodos y a gusto durante las próximas ocho horas académicas… es así como dejamos a un lado el centro de toda esta planificación, a él, el alumno.

Lograr hacer del alumno el protagonista de éste proceso la piedra angular de toda planificación, elaboración, ejecución y evaluación educativa, el facilitador es el responsable de su aprendizaje, a partir de éste se va a estructurar el conocimiento que va a ser transmitido a través de la elaboración de esquemas, partiendo siempre de los conocimientos previos (del alumno, no del profesor), reflexionando sobre el cómo se van a obtener las conclusiones y el cometido de la meta.

La definición de los resultados de lo que se desea obtener del alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje debe estar por encima de y  qué se espera que sus estudiantes logren debe prevalecer por encima de todo. Cuando el objetivo educativo se encuentra definido hacia lo que va a lograr nuestros participantes, la selección de contenidos, procedimientos y estrategias que faciliten el aprendizaje son mucho más asertivos, facilita la supervisión del desempeño y garantiza que culminen realizando las acciones deseadas demostrando los conocimientos obtenidos.

Recuerden, durante el desarrollo de los objetivos educativos:

  • Piense en las actitudes y habilidades del participante al culminar el curso.
  • No utilice dos verbos que denoten dos conductas del mismo objetivo.
  • Visualice al participante.
  • Defina lo que va a hacer el participante, no confunda lo que usted desea realizar con lo que el participante realizará al finalizar el curso.
  • No defina dos objetivos en uno, desglóselos.

y sobre todo…

INFORME CON CLARIDAD Y PRECISIÓN AL PARTICIPANTE LO QUE SE ESPERA DE ÉL COMO RESULTADO DE LA FORMACIÓN RECIBIDA DE SU CURSO

 

…La Mejor Inversión es la Formación!


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

shares